BAÑO DE REALIDAD...

En un domingo que invitaba a ver fútbol, los auriverdes concurrimos a alentar a nuestro querido Cerrito que se enfrentaba a Nacional en su Parque Central.

No descubro nada si digo que por infraestructura, por jugadores y por historia quién era favorito y estaba obligado a ganar era el local, pero dadas las circunstancias que estamos viviendo, Cerrito tiene que salir a buscar puntos todos los partidos sin importar quién sea el rival en su afán por salvarse del descenso.

El partido comenzó a pedir de boca para nosotros, a los 6’ ya ganábamos 1 a 0 tras un contragolpe perfecto orquestado por Nicolás Nuñez y culminado por Acuña y si a esto le sumamos el descontrol reinante en la defensa de Nacional sobre todo a las espaldas de Abero y Rolín, la cosa daba como para ilusionarse.

Pero la vieja ley del fútbol que reza “goles errados son goles en contra” se aplicó al pié de la letra y Nacional nos hizo pagar caro la falta de definición que tuvimos.

Con el empate Nacional se estabiliza, comienza a jugar con mas tranquilidad y comienza también la lluvia de goles que uno a uno fueron machacando sobre la moral del equipo dejándonos sin reacción. Mas allá de la superioridad de los delanteros tricolores sobre nuestra defensa, debemos destacar que no se pudo repetir el trabajo defensivo colectivo de los partidos anteriores y tampoco a nivel individual tuvimos buenas actuaciones.

En cuanto a la faz ofensiva, en los primeros minutos del partido dejamos al desnudo las falencias en la retaguardia alba pero nos faltó definición y mas compañía para Nicolás Nuñez que luego de la salida de Acuña quedó muy solo para intentar elaborar algo de juego.

Ya promediando el segundo tiempo la superioridad de Nacional era total (a nivel futbolístico, físico y sicológico) y creo que tanto los jugadores como todos nosotros deseábamos que el partido se terminara de una vez para acabar con el suplicio.

Si bien la derrota con Nacional por la forma en que se dio es un trago muy amargo de beber, creo nos da un BAÑO DE REALIDAD que es bueno si Barrios y el plantel lo logran capitalizar, para encarar el próximo partido con Rampla y los demás que quedan del campeonato, dejando muy en claro cuales son las limitaciones de nuestro equipo para trabajar sobre ellas y mejorar en la búsqueda de la permanencia en primera.

Ya en el final quisiera hacer un breve comentario sobre 3 jugadores que merecen destaque:

• Diego Sonsol: fue atacado permanentemente por su sector y en mas de una ocasión se vió en inferioridad numérica frente a los adversarios, pero a pesar de esto nunca bajó los brazos y sabiendo sus limitaciones se entregó hasta el final haciendo varios quites importantes y ofreciendo resistencia a los embates de Nacional.

• Nicolás Nuñez: mejoró el nivel respecto al partido con Danubio, pero quedó muy solo a la hora de crear ya que no tuvimos acompañamiento por las bandas y con la salida de Acuña el ataque se vió muy resentido.

• “Romario” Acuña: una vez mas y hasta que salió fue el mejor de Cerrito, no solo por el gol, sino por lo que corre, por lo que molesta a la defensa rival, por lo que transmite a sus compañeros, esperemos poder contar con él el próximo partido.

Mas allá de la dura derrota, el próximo fin de semana tenemos que acompañar mas que nunca a nuestro amado Cerrito que se juega puntos muy importantes ante un rival directo por el descenso como lo es Rampla.

Un abrazo auriverde,

Leonardo Barreto