Sí, sí, arreglo en San Luis y juego cuatro años y medio allá. Yo tenía la intención de quedarme en Racing, pero no se llegaron a los números y medio que a último momento de la hora de pases, sale esta posibilidad de viajar a México o quedarme en Racing por un año más a préstamo, finalmente le digo a mi representante que me gustaría probar en México. Cuando llegué el primer semestre no jugué bien, la verdad que me costó mucho adaptarme, fue un cambio muy brusco y extrañaba mucho, no pensé que me costaría tanto, yo era un pibe y uno no piensa más en jugar que en esas cosas. Estuve con psicólogo un tiempo porque tenía ataques de pánico, me costó adaptarme. El equipo no estaba bien en su juego y era su primer año en primera división, tuve la suerte que en los últimos partidos el técnico de a poco me va dando minutos, hasta que en el último partido que teníamos que ganar o ganar al Atlas de Guadalajara estábamos perdiendo por 1 a 0 y a los 90´ hacemos el empate y en los descuentos convierto el gol de la victoria para salvarnos y ganamos 2 a 1 de locales. Desde ese momento arrancamos a jugar mucho mejor, con ese gol clasificamos a la Liguilla y hasta llegamos a pelear el campeonato en una final con Pachuca que finalmente perdimos. Después de ese momento nunca más peleamos el descenso, clasificamos a las copas Libertadores de América y siempre peleando arriba durante los cuatro años más que me tocó estar allí. El técnico que estaba, Raúl Arias, renueva por siete años y yo seguía siempre con él que me ponía en todos los partidos. Mi salida de San Luis es justo cuando él se va del equipo, si no seguramente seguiría jugando allá.
Hablando del tema de las Copa Libertadores, que hay que viajar mucho y vas a todos lados del continente. ¿Qué partido recordás de esos complicados de jugar fuera y dentro de la cancha?
El primero que se me viene a la cabeza es cuando fuimos a jugar con Nacional contra el Santos en Vila Belmiro, que empatamos 4 a 4 acá y 2 a 2 allá y perdimos por penales. En ese partido por un momento me dije: “de acá no salimos”. Había capacidad para 20 mil personas pero parecía que había mucho más, y eso que perdimos el partido, porque si hubiéramos ganado no se que pasaría. La verdad que ese si que fue un estadio complicado.
Siguiendo con el tema de tú carrera, te toca retornar a Argentina. ¿Llegás a jugar en Colón de Santa Fe?
La verdad que me surge la alternativa de retornar a Argentina y tenía varias propuestas, una muy interesante de Godoy Cruz y otros equipos, pero había otra de volver a Racing y yo quería la de retornar al equipo de Avellaneda, por lo que había vivido ahí. Espero y resigno las otras chances, finalmente no me llaman y pierdo las alternativas de los otros equipos pero a último momento llego a Colón y arreglo. La verdad que no me fue muy bien allá, paso lesionado, me desgarro un par de veces, me expulsan, juego pocos partidos a lo último del campeonato, justamente uno de ellos contra Racing y al final estuve seis meses en Colón. Hablo directamente con el presidente y lógicamente no había intenciones de renovar el contrato, yo quería demostrar y que me dieran más continuidad, pero bueno no se dio.
Te toca volver al Paisito, ¿ya era el momento o tenías alternativas de seguir en el exterior?
Se entera Gustavo Ferrín que había agarrado en ese momento a Defensor Sporting que yo estaba libre de Colón y como me había dirigido en las Selección Juvenil de Uruguay me llama para ver si quería llegar a Defensor. Voy con la realidad y le digo: “voy a entrenar pero no te prometo nada, si me sale algo del exterior interesante seguramente me vaya”. Él acepta y voy a entrenar tres días, al tercer día me llama el presidente de Defensor para ver si quería quedarme, como me sentía cómodo y me trataron de maravilla, no espero nada del exterior y decido quedarme, finalmente firmo por un año. Arranqué bien por suerte, en el primer partido hago tres goles contra Atenas de San Carlos, partido que terminamos ganando 5 a 0 finalmente. Después por una lesión me quedo afuera un par de partidos, pero sigo jugando el resto del campeonato, hago un par de goles más y finalmente terminamos segundos detrás de Nacional que sale campeón, en ese entonces había traído a “Matute” Morales y a Regueiro, tenía un buen cuadro Nacional y gana por buena diferencia el torneo.
Llega un momento duro en tu carrera. ¿Sufriste un grave accidente de tránsito qué te tuvo fuera de las cancha por un tiempo importante?
Un día temprano yo iba a practicar y en la rambla tengo el accidente, que no fue grave, en ningún momento corro peligro de vida por suerte, pero me fracturo la séptima vertical y tenía que estar con cuello ortopédico.
El médico me dice que hay dos posibilidades, o me opera que la operación es complicada y puede surgir la chance que no salga del todo bien o me quedo seis meses quieto con el cuello ortopédico. Finamente como en ese sentido soy prolijo decido quedarme quieto y recuperarme por mi cuenta. Esto me lleva a no jugar por esos seis meses que me quedaban de contrato con Defensor. Y después lógicamente que no renuevo el contrato, cambian de entrenador y llega Repetto en ese momento.
Te surge la oportunidad de volver a Argentina, pero esta ves a un equipo del ascenso como lo es Defensa y Justicia, equipo con los mismos colores que Cerrito.
Arranco a practicar en Cerro, que estoy un mes y medio esperando que me saliera algo del exterior aparte se da la particularidad que me separo de mi señora en ese momento y tomo la decisión de irme. Me llega la llamada de un contratista argentino que es el que me llevó a México en su momento e intentó que retornara a Racing y me comenta que agarró el gerenciamiento de Defensa y Justicia. Me dice que vaya a jugar que es tranquilo y que me van a dar el tiempo necesario para que me recupere bien. No es que yo venía sin jugar, yo venía sin moverme por 6 meses, eso lleva un tiempo importante de recuperación y trabajos físicos, es arrancar de cero nuevamente. Voy a entrenar allá y estoy un mes antes de que arranque el campeonato tratando de ponerme en forma, arranca el campeonato y yo no juego porque me faltaba mucho. Perdemos los primeros tres partidos, al cuarto el técnico me dice que quiere que juegue de entrada y con las ganas que tiene uno de jugar, le dije que sí. Justo se da que ganamos ese partido, yo jugué como pude, más o menos. Al otro partido nuevamente me dice: “¿no te animás a jugar?” y me desgarro a los 20´, un desgarro que nunca me había pasado, con un hematoma complicado. Pasa un mes y medio y regreso, el técnico nuevamente me propone jugar 20´ y se da que entro y ganamos y así me entra a dar más y más minutos. En el entrenamiento de la semana nuevamente me desgarro. Finalmente juego algunos partidos más, hago un par de goles y en ese momento llega Piriz Álvez que está ahora como goleador. Por suerte nos salvamos, terminamos a mitad de tabla ese campeonato y yo estoy un año allá.
Vas a Temuco de Chile donde estabas jugando actualmente. ¿Cómo llegaste allí y como te fue en ese campeonato?
Vuelvo a Uruguay nuevamente y me entro a mover por mi cuenta para ver si encuentro cuadro en Uruguay, pero rápidamente al poco tiempo me llega el llamado de Marcelo Salas, que es el dueño y presidente ahora de Unión Temuco de Chile. Me manifiesta la intención de armar un equipo para ascender a primera del fútbol Chileno. Me ofrecen un buen sueldo y voy a jugar a allá.
¿Cómo es que te contacta Marcelo Salas? ¿Ya lo conocías? ¿Nunca llegaste a jugar con él?
Es muy amigo del contratista este que me llevó a jugar a México y después a Argentina, y por intermedio de él le da mi numero de teléfono para llamarme e informarme esa intención de que fuera a jugar a Chile.
¿Y cómo te fue futbolísticamente en Unión Temuco?
Bien, lo único es que cuando llegué yo pensaba que arrancábamos de cero, pero ellos ya venían de jugar el primer torneo y la verdad que no les fue muy bien, así que había que remarla como loco. Arrancamos el segundo torneo y yo jugaba de enganche y no nos fue tan mal, estuvimos a punto de jugar la promoción para ascender. Estaba jugando bien, a buen ritmo, por suerte ya había pasado todo eso de las lesiones y me sentía mucho mejor físicamente.
Termina el campeonato y vuelvo a Uruguay a pasar las vacaciones con la familia y tenía que volver ya que tenía contrato vigente, pero mi ex mujer me inicia una demanda y juicio por la separación. Hablé con mi abogada a ver que me aconsejaba y me dice que lo mejor es que me quede en Uruguay, hablo con Salas que entiende mi problema y rescindimos el contrato de muto acuerdo.
¿Cómo surge tu vinculación al Club Sportivo Cerrito? ¿Cómo llegás a este maravilloso club?
Justo después de volver de Chile, al otro día me encuentro con Jorge Cardozo y nos quedamos charlando un rato, le comento cual es mi situación, que seguramente tenga que viajar a Chile para terminar el contrato y me quede acá en Uruguay un tiempito.
Me pasó algo curioso, tengo una casa en Atlántida y como me iba a quedar en Temuco, arreglo todo para alquilarla en enero y febrero, después me entero de la demanda y si me quedo en Uruguay voy a tener que buscar algún lugar para quedarme, mis suegros viven en el Cerrito y me quedo con ellos y allí es cuando me encuentro con Jorge. Él me pregunta: “¿por qué no arreglamos en Cerrito ya que te queda bien para entrenar y es un equipo que te necesita?”. La verdad que me interesó la idea y le digo que cuando llegue de Chile, a ver si puedo arreglar allá, vengo y voy a entrenar a Cerrito. Arreglo todo finalmente y llamo al “Chifle” para ver si podía ir a entrenar, me dice que sí, que vaya, que no hay problema y después arreglamos el contrato y acá estoy como jugador de Cerrito.
¿No tuviste ofertas de otros equipos en Uruguay?
Sí, me llamaron de otros cuadros, uno de ellos fue Liverpool, e incluso la oferta económica era mucho mejor que la de Cerrito, pero como yo ya había dado mi palabra y estaba entrenando en Cerrito decidí quedarme y la verdad que me trataron muy bien cuando llegué al Maracaná. Tengo unos cuantos conocidos, con Techera jugamos juntos en Nacional, a Nanni lo conozco de Wanderers, me llevo muy bien con Parra y la verdad que con todos los que estoy ahora me siento muy a gusto.
Es un objetivo distinto en mi carrera, nuca me tocó descender y espero que Cerrito se quede en primera así como todos los hinchas seguramente lo quieren, “voy a dar todo de mí para que esto suceda, para que Cerrito se mantenga en primera”.
Le preguntamos a su representante Jorge Cardozo: ¿Por cuánto tiempo tenemos al “Colo” Guerrero en Cerrito?
Él firmó contrato por seis meses y después se verá que es lo que pasa. En mi opinión se llevan a un jugador con unas características increíbles, con un talento que ha demostrado en todos lados, jugando en equipos muy importantes de toda América. Un jugador rápido y joven que tiene para seguir demostrando aún en el fútbol, aparte un joven muy humilde con una personalidad intachable. Estoy seguro que a toda la gente de Cerrito le demostrará con hechos lo que él puede dar en la cancha.
“voy a dar todo de mí para que esto suceda, para que Cerrito se mantenga en primera”.
Gracias Marcelo Guerrero y Jorge Cardozo por esta exclusiva nota.
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